Por Daniel Rojo
PRINCIPIOS
Entre los innumerables detalles de este último viaje a La Plata RC, hubo dos hechos que pasaron desapercibidos para la mayoría de las personas, (uno de esos me lo relató Chaco emocionado) y que tienen que ver con el primero de nuestros Principios: el RESPETO.
Partido de 1ra. La Plata – SIC, minuto 75. Sic, que iba perdiendo por 6 puntos, acierta un try agónico en la bandera, poniéndose a una conversión de ganar el partido. Madero, descendiente de aquel Rafa Madero contemporáneo de alguno de nosotros se prepara para patear un esquinado imposible. Para ganar el partido.
El público de La Plata en un silencio absoluto, comprendiendo como es esta historia. Madero erra y La Plata explota.
RESPETO por el Rival. No el enemigo, el Rival, de visita en su casa. Aunque un acierto signifique la derrota.
Termina el partido, entre la algarabía de La Plata y el saludo de SIC.
Madero, el mismo Madero que tuvo en sus pies el partido, recorre la cancha levantando del suelo todas las cintas que jugadores propios y locales se arrancan y tiran al piso, costumbre bastante común de ver, y las tira en un tacho de basura fuera del campo de juego.
Acaba de perder un partido y limpia la cancha del equipo Rival.
RESPETO por la Cancha, por el Club anfitrión. Por el lugar donde se juega Rugby.
Club Marabunta, días de entrenamiento de Rugby Infantil. El Club es un hervidero de autos que circula trayendo y llevando pibes, pibes que muchas veces, y ya lo dije alguna vez, son más bajos que el paragolpes de una camioneta.
Decidimos que la prioridad son nuestros niños, no los vehículos, entonces se estableció una zona donde no está permitido estacionar ni circular, y que está indicada con líneas rojas y blancas sobre las barandas perimetrales.
Los autos? Al estacionamiento y a caminar, que nada está tan lejos en el Club.
Pensando que las personas que integran la masa societaria del Club comprendieron claramente que esto significa la protección de sus propios hijos, no se tomaron medidas contundentes como poner barreras con candados o cadenas, sino vallas removible e indicaciones graficas.
Al principio pareció funcionar.
Luego lentamente el desinterés, la comodidad y la FALTA de RESPETO, desvirtuaron esta medida. Es evidente que a mucha gente le interesa mucho mas proteger su auto, camioneta o lo que posea, que a su hijo, o al compañero de su hijo.
Entonces empezaron los desencuentros con socios que reaccionaban de mala manera ante la indicación de retirar su vehículo del lugar mal estacionado. Caras de fastidio, discusiones, malas contestaciones, alguien le tira un auto encima al que le indicó que tenía que irse.
FALTA DE RESPETO. AL Club, a la convivencia, a quienes luchan por mejorar nuestra Institución, a quienes cuidan a los niños.
No hay excusas, aunque muchos dicen “No sabía” o “Siempre lo hice así”.
Entonces, y aceptando que es posible que alguna persona no tenga conocimiento de este criterio de SEGURIDAD, se reitera que los días en que se realiza actividad infantil en el Club, en cualquiera de los segmentos, la prioridad son los niños, y los vehículos deben circular a la velocidad y por los lugares indicados, y deben estacionar en los sitios destinado a ello. Asimismo, a ninguna persona le está permitido retirar las vallas que restringen la circulación, salvo al personal de mantenimiento del Club. Frente a las vallas pintadas de rojo y blanco, así como en la calle bordeada de eucaliptus que sale a Circunvalación, no se permite estacionar. Por último, el sector de ingreso al Club, sobre la cabecera norte de la Cancha de Hockey, es una zona sumamente sensible y riesgosa, por la cantidad de vehículos que circulan allí. Es imperioso respetar la circulación indicada en los carteles de ingreso.
Reitero, nuestros hijos están allí.
Nuestro Código “RHESS” de Valores debe instalarse en la mente de todos los componentes de nuestra Institución y aplicarse en nuestra vida cotidiana.
Si a alguna persona le resulta difícil convivir con estos Principios, Marabunta Rugby Club definitivamente NO es el lugar a donde pertenece.
DR.
Cipolletti, junio de 2017.-