Nuestros Valores

Humildad

FAROS

En ciertos lugares de las costas marinas, en puntas solitarias, en rocas siempre castigadas, en mares turbulentos, existen aquellas construcciones que el hombre fue creando para su protección, para la seguridad de sus navegantes y de los viajeros.

Toscos al principio, ganaron altura y esbeltez, pero todos ellos en su mensaje de luces indicaron lo mismo: «aquí hay peligro, marino»

Nosotros nos formamos en la seguridad de que en todo momento, alguien nos iba indicando el rumbo, las conductas, los errores, y eso nos daba seguridad.

Identificaba a esos faros y sabía que en toda nuestra estructura los había, en todos los clubes. Y uno no podía desafiarlos ni desentenderse de ellos, porque era correcto y sabio su mensaje. Y sólido.

Uno sabía que, con ELLOS, siempre el Rugby iba a estar por encima de la arrogancia de los hombres.

Pero lentamente, en este nuestro Rugby de cabotaje, como diría el Pato, van desapareciendo esos custodios del Grial de nuestros principios, reemplazados por «Planes Trabajar» de la filosofía del Rugby. Personas sin formación, sin principios éticos, sin objetividad, para los que el triunfo justifica cualquier precio, y que no tienen nada que ver con el Rugby que amamos.

Los sucesos de los últimos días nos han llenado de euforia y genuina alegría, con los triunfos de nuestra Primera División, nuestra M15, nuestras chicas de Rugby Femenino, y es algo que no tiene costo, tiene valor.

Para los jugadores, que nos sorprendieron con su conducta y con su actitud.

Para nosotros, los entrenadores, que realmente estamos disfrutando lo que estamos haciendo, que nos gusta estar juntos y que vemos con legitimo orgullo que lo que intentamos enseñar, de alguna manera misteriosa se ve en las canchas.

Para los fogoneros de la sala de máquinas, dirigentes, madrinas, padrinos, padres colaboradores silenciosos, sin quienes esto sería muchísimo más difícil, y no tienen la fortuna de entrenar pibes ni viajar y no bajan los brazos.

Para los chicos ayudantes que nos acompañan haciendo su experiencia como conductores de equipos y de niños, con responsabilidad de mayores.

Es sencillo escribir en estas condiciones. El alma está llena de risas, buen humor, orgullo.

Es fácil también equivocarse.

Los romanos, que algo sabían  de la naturaleza del hombre y estaban convencidos de que su vanidad y su soberbia los mandaría al tacho, hacían desfilar al general victorioso en su entrada a Roma con un esclavo detrás sosteniéndole la corona de laureles y diciéndole al oído:» Acordate que solo sos un Hombre» mientras la hinchada rugía (la versión lunfa es una licencia poética).

Y cuando se olvidaron murieron…

Disfrutemos intensamente lo que vivimos, recordémoslo en asados y anécdotas, riamos con ello, pero no perdamos nuestra HUMILDAD.

Este camino recién empieza y lo que viene es aun muchísimo más duro, y debemos estar preparados para ello. Nada va a ser más fácil, ningún rival es pan comido, ninguna

situación es obvia, ningún esfuerzo debe escatimarse, y el futuro será lo que comencemos a construir hoy entre todos.

Los faros nos indican que hay peligro… No subestimemos su mensaje.

Septiembre 2017

DR